La filosofía helenística. Contexto histórico, características y ramas

Hoy vamos a tratar un tema de filosofía. Concretamente hablaremos sobre la filosofía helenística.

Contexto histórico de la filosofía helenística

Tras la muerte de Alejandro Magno, comienzan las guerras por la sucesión del cargo. En este momento, Grecia está viviendo una época convulsa, ya que, en especial Atenas pierde su hegemonía comercial, política y cultural. Nos encontramos en una época en la que Grecia va a experimentar una gran inseguridad ciudadana, un desequilibrio político, crisis económicas, etc.

Es en este momento en el que surgen diferentes escuelas filosóficas. Las principales serán las de Platón y la de Aristóteles, muy contrarias entre ellas, pero por otro lado, encontramos nuevas escuelas, las cuales defendían teorías opuestas a las doctrinas o los pensamientos platónicos y aristotélicos.
Una de ellas fue la filosofía helenística, la cual rompió con los cánones del periodo anterior demostrando que las preocupaciones no serán las mismas, han evolucionado. Se caracterizó por el cosmopolitismo, el refinamiento del arte y la especialización del conocimiento en las distintas ciencias.

Características de la filosofía helenística

Para comenzar, el ser humano ya no va a ser concebido como un animal político, como sí lo había hecho anteriormente Aristóteles. Para Platón, por otro lado, el ser humano solo podía entenderse como un elemento dentro de la polis, el lugar que será el que le proporcione una vida feliz. Sin embargo, ahora que entra en juego la filosofía helenística, será el individuo el centro del debate filosófico, empezando así a demandarse su independencia del resto de elementos, alegando a su autonomía. El individuo será el que sustituya a la ciudad, y la ética a la política.
La ética helenística se fundamenta en las leyes de la naturaleza, y su finalidad u objetivo es puramente práctico. Se vuelve mucho más natural, ya que se trataba de encontrar una forma que ayude al ser humano a vivir mejor.

Ramas de la filosofía helenística

Toda la filosofía helenística se va a fundamentar en la moral, y queda dividida en 3 ramas principales: epicureísmo, estoicismo y escepticismo; todas ellas poniendo especial énfasis en la filosofía moral.

Epicureísmo

Epicuro es la figura original de la filosofía helenística. En la ética, resalta la importancia del cuerpo como fundamento de la existencia, además de afirmar que la felicidad del ser humano consiste en el placer o evitación del dolor. La felicidad se va a conseguir mediante la elección de placeres naturales, y se manifiesta en la ataraxia o serenidad del alma. En la física, se modifica la teoría atomista, con el objetivo de introducir el concepto de libertad en el movimiento eterno de los átomos. Por último, respecto a la lógica, afirma que, para alcanzar la verdad, es necesario definir el significado de las palabras. Establece una serie de criterios que rigen las normas del concomiendo, como las sensaciones o los afectos.

Estoicismo

La figura principal del estoicismo es Zenón de Citión, y al igual que el epicureísmo, el estoicismo tuvo muchos seguidores durante el periodo helenístico. En cuanto a la ética, el principal elemento era la búsqueda de la felicidad, la cual se basaba en vivir en armonía con el mundo consiguiendo adaptar las necesidades individuales a las de la naturaleza.
En la Física, afirmaba que al ser la naturaleza y la razón una misma cosa, existía una unidad del universo, basado siempre en un espíritu divino que todo lo controla. Por último, en Lógica distinguieron entre signo y significante, es decir, entre la cosa significada y el significado como tal. Lo último es inmaterial, y es el encargado de establecer una relación entre la realidad de las cosas y de las palabras.

Escepticismo

Esta corriente fue iniciada por Pirrón de Elis y Timón de Fliunte. Desconfiaban de la capacidad de la razón para llegar a la verdad, ya que esta solo nos iba a mostrar la apariencia de las cosas. Algunas de las ideas centrales son la abstención de hacer cualquier juicio, ya que la razón no ayuda a llegar a la verdad. El hecho de querer alcanzar los conocimientos genera intranquilidad en el ser humano, ya que es algo a lo que ellos consideraban que era imposible llegar. Por ello, lo único que interesa en la vida es conseguir la tranquilidad del alma o ataraxia.