Causas y consecuencias de los movimientos migratorios

A lo largo de la historia han sido muchas las ocasiones en que se han producido grandes movimientos migratorios. Las personas pueden abandonar sus hogares por múltiples razones, con la intención de encontrar un sitio donde poder sobrevivir y unas buenas condiciones para su futuro.

Para ello, se necesitan comprender las causas y consecuencias que aborda este tema y que vamos a presentar a continuación.

Causas de los movimientos migratorios

En la mayoría de los casos, las personas que dejan atrás su país no lo hacen por capricho.

Migración por decisión propia

Hay veces en las que un individuo decide abandonar su país en búsqueda de mejores condiciones para su vida, ya sea una oportunidad laboral, una mejor educación, el aprendizaje de un nuevo idioma y cultura o un reencuentro familiar. Normalmente, estas migraciones suelen coincidir con un nivel satisfactorio en el migrante, ya que abandona su país para mejorar su experiencia personal y profesional.

Migración «obligada»

Sin embargo, otras veces, la decisión de abandonar un país no es tomada por el propio migrante. Estas se deben a diversas causas tales como:

• enfrentamientos bélicos,
• disidencias políticas,
• catástrofes naturales o
• pobreza,

entre otras que producen el abandono o expulsión inmediata de los ciudadanos. Estos optan por esta opción con el fin de mejorar sus condiciones de vida y asegurar su supervivencia.

Consecuencias de los movimientos migratorios

La migración humana es un fenómeno complejo, ya que puede repercutir tanto en la cultura receptora como en la de origen.

En primer lugar, alejarse del lugar donde proceden nuestras raíces suele resultar impactante, sobre todo cuando la huida se da por situaciones de vida o muerte. Todo ello genera un impacto psicológico y emocional que implica un proceso de adaptación y que, la mayoría de las veces, debe ser instantáneo.

Por otro lado, la llegada masiva de migrantes puede ser beneficiosa para reducir el desempleo de un país y ayudar a que mejore económicamente.

A su vez, esto puede dar lugar a la superpoblación, lo que supone el descontento del país receptor, dando lugar al empeoramiento del entorno o la disminución de la calidad de vida. Debido a ello, esto suele producir una segregación de la población en grupos discriminatorios por raza, tradición, cultura u otras cuestiones que suelen tener impactos negativos en la sociedad.

Una vez mencionados estos factores, debemos tener en cuenta la importancia de los movimientos migratorios, ya que suelen plantear retos que pueden beneficiar o perjudicar al país de llegada.

Generalmente, hay que tener en cuenta tanto el impacto de la persona que procede de otro país como de las personas residentes en el de llegada para analizar estos cambios y reaccionar con el fin de conseguir una calidad de vida y subsistencia satisfactoria para todos.