Estamos muy acostumbrados a que nos digan “tienes que estudiar” para aprobar los exámenes, como si sólo estudiando fuera suficiente. Pues bien, no lo es. No sólo hay que estudiar y hacerlo bien, sino que también hay que conocer las estrategias que nos permiten superar cada tipo de examen.
Aquí van algunos tipos de exámenes y qué debemos hacer para realizarlos con éxito (después de haber estudiado el contenido de la materia, claro).
Índice del artículo
Qué tipos de exámenes hay. Clasificación
Preguntas de desarrollo
Por ejemplo, los de Historia, Biología, Filosofía y Literatura. En este tipo de examen, importa tanto qué decimos como el cómo lo decimos. Por tanto, la manera de estudiar estas asignaturas (por ejemplo, con cuadros sinópticos) es más cómoda, aunque sí, más extensa. Pero debemos prestar atención a la redacción: no nos sirve de nada sabernos muy bien los conceptos clave, si después no sabemos exponerlos de forma adecuada.
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En este tipo de exámenes, las respuestas deben ser claras, concisas y las oraciones que construyamos deben responder a la estructura “conector + sujeto + verbo + todo lo demás”. No nos metamos en sintaxis complicadas ni en oraciones larguísimas.
Eso sí, como estos exámenes pretenden que expliquemos una parte de temario bastante amplia, trata de escribir como si la persona que está leyendo no supiera nada del asunto. Así quedarán mucho más claras las ideas y la relación entre ellas.
Preguntas cortas
Preguntas que nos piden que respondamos en unas 10 o 15 líneas. En este caso lo que debemos hacer es ceñirnos a lo que se nos pregunta. No tenemos mucho espacio, así que debemos dejar claro que sabemos todo sobre el hecho o el concepto exacto por el que se nos pregunta.
Preguntas tipo test
Existen muchos tipos de test:
- de múltiple respuesta (más de una opción puede responder a la pregunta),
- verdadero o falso, o
- preguntas de elección (una respuesta es la correcta, entre varias posibilidades). En estos casos, debemos haberle dado varias vueltas al temario, y usaremos la siguiente estrategia:
En primer lugar, responderemos a las preguntas más fáciles o a las que estemos del todo seguros de su respuesta. No se nos puede olvidar LEER MUY BIEN los enunciados, pues en este tipo de exámenes puede haber preguntas confusas, con dobles negaciones, preguntas contrarias (indique qué significado NO corresponde a la palabra X).
Después abordaremos las demás preguntas, intentando descartar las respuestas imposibles, las que no encajen gramaticalmente, respuestas con conceptos que no te suenan, etc. Si las preguntas incorrectas nos quitan puntos, es mejor dejarla en blanco si no estamos muy seguros.
Problemas y aplicación de fórmulas
Del estilo de los exámenes de Matemáticas, Química y Economía. En este caso, una vez sabidas las fórmulas que entran en el examen, la estrategia es ir con muchísimo cuidado. Aquí, un signo, un número, una suma mal hecha nos puede acarrear problemas para todo el examen. Así que la manera de enfrentarnos a estos exámenes es exagerando el cuidado en cada operación que hagamos. Siempre es mejor tener el 50% del examen perfecto que el 100% mal.
Dibujo
El dibujo es la dictadura de lo estéticamente correcto, así que debes hacerlo muy bonito. No pasable, no; inmaculado. Debes usar tu propio material, porque nos acostumbramos al peso de las reglas, la dureza del compás… En estos exámenes, debemos recordar que menos es más. Es decir, es mejor que sepamos pocos algoritmos (arco capaz, afinidad, proyección o tangencia) pero que nos los sepamos muy bien, pues nos ayudarán a construir otros con más facilidad. Debemos entrenar también la visión espacial, pues es fundamental tratar de visualizar el resultado del ejercicio antes de ponernos a trabajar en él.
Ahora te toca a ti. ¿Añadirías algún tipo de examen más? ¿Cuáles son tus estrategias para cada uno de ellos?
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