Dentro de las Técnicas de Estudio, (TE) hay dos pasos fundamentales: el subrayado y el resumen. Vamos a enseñarte cómo puedes sacarles el máximo rendimiento a ambas y aprovechar mucho mejor tus horas de estudio.
Índice del artículo
Pasos anteriores al subrayado
Sugerimos que antes de comenzar a subrayar leas el texto, así te harás una idea general de lo que tienes delante. Después, en una segunda leída, tendrás mucho más claro qué es conveniente subrayar y qué no.
El subrayado
Empezaremos por el subrayado, ya que es un proceso anterior al resumen. El subrayado tiene como objetivo resaltar aquello que nos ayude a recordar mejor el contenido de aquello que estamos estudiando, es decir, destacar las ideas importantes.
Es importante tener en cuenta que, a la hora de subrayar, hay que:
- tratar de localizar las ideas o conceptos fundamentales,
- jerarquizarlos y resaltarlos de tal manera que solo con un golpe de vista se pueda conocer lo principal del tema que estamos estudiando.
No es recomendable subrayar en exceso, ya que nos complica la tarea de sintetizar, que es el verdadero objetivo de esta práctica.
Proceso de subrayado
Una vez que comiences con el subrayado es aconsejable que resaltes palabras claves o conceptos breves. Si, por su importancia, en algún momento necesitas subrayar una oración o un párrafo entero, será mejor que hagas una anotación al margen señalándolo antes que subrayar todo. A esta práctica se le llama subrayado vertical.
Diferentes formas de hacer el subrayado
A la hora de subrayar puedes hacerlo de varias formas:
- trazando líneas debajo del texto con un lápiz,
- utilizando subrayadores de diferentes colores que te ayuden a distinguir las ideas principales de las secundarias,
- con formas básicas como círculos o cuadrados…
Objetivos del subrayado
El objetivo del subrayado es múltiple:
- mejora la capacidad de síntesis,
- ayuda a organizar mejor tus ideas
- ayuda a relacionar los conceptos entre sí,
- facilita la concentración y
- agiliza los repasos.
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El resumen
El resumen es el resultado de comprimir un texto de manera breve pero concreta. El resumen destaca por recoger las ideas principales de forma breve y concisa. Debe ser un texto claro, que respete la organización y la jerarquía del texto pero sin entrar en cuestiones nimias.
Cómo hacer un buen resumen
Para realizar un buen resumen, lo primero que debemos hacer es una lectura atenta del texto. Es importante dividir el temario y no hacer lecturas excesivamente largas, para no recibir demasiada información de golpe.
Una vez hecha una primera lectura, ha de pasarse al subrayado, que nos ayudará a resaltar las ideas principales y organizarlas mejor. El objetivo de estas prácticas no es tanto memorizar la información, sino entenderla y saber organizarla y comprenderla.
Tras haber realizado el subrayado pasamos al resumen. Aquí las ideas deben estar organizadas de tal forma que no ocupen más de una cuarta parte del texto, aproximadamente.
Debes asegurarte de que lo que estás plasmando en el resumen es lo mismo que dice el texto. Si necesitas comprobarlo, hazlo.
No es necesario que utilices palabras literales del texto; de hecho, puedes hacer un resumen utilizando tus propias palabras si eso te ayuda a la hora de retener y entender mejor los conceptos.
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