Los tejidos y sus tipos

En biología, un tejido se define como un conjunto organizado de células que presentan una estructura similar y que colaboran para desempeñar una función específica dentro de un organismo multicelular. Los tejidos permiten la especialización y división del trabajo en los seres vivos complejos, siendo esenciales para el correcto funcionamiento de órganos y sistemas.

Pueden clasificarse de manera general en tejidos animales y vegetales, cada uno con sus propias características.

Tipos de tejidos animales

Tejido conectivo

Se encarga de unir, sostener y proteger los diferentes tejidos y órganos; además, proporciona soporte estructural y participa en el transporte de sustancias. Incluye otros muy diversos, como el tejido óseo, el cartilaginoso, el sanguíneo y el adiposo.

Tejido epitelial:

Recubre las superficies externas e internas del cuerpo, como la piel y las mucosas. Sus funciones son la protección, absorción, secreción y percepción sensorial. Se encuentra, por ejemplo, en la piel, el intestino y las glándulas.

Tejido muscular:

Especializado en la contracción, permite el movimiento del cuerpo y de los órganos internos. Se divide en tres tipos: músculo esquelético (movimiento voluntario), músculo cardíaco (presente en el corazón) y músculo liso (presente en órganos como el estómago y los vasos sanguíneos).

Tejido nervioso:

Responsable de la transmisión de impulsos eléctricos que coordinan las funciones corporales. Está formado por neuronas y células de soporte (glía) y permite la percepción, la respuesta a estímulos y el control de las funciones vitales.

Tipos de tejidos vegetales

Tejido meristemático

Es el encargado del crecimiento y formado por células en constante división.

Tejido adulto o permanente

Dividido a su vez en:

• Tejido de protección, como la epidermis, que cubre la superficie de la planta.
• Tejido fundamental, como el parénquima, que realiza funciones (fotosíntesis, almacenamiento, etc.).
• Tejido conductor, como el xilema y el floema, encargados del transporte de agua, sales minerales y nutrientes.

Conclusión

Los tejidos son la base de la organización de los seres vivos pluricelulares y permiten que las células trabajen de manera coordinada para formar órganos y sistemas especializados. Tanto en animales como en plantas, la diversidad de tejidos garantiza la complejidad, la adaptación y la eficiencia en las funciones vitales.